martes, 28 de febrero de 2017

antiCaza, Tiempo de reflexión y preparación

Hemos vivido una temporada convulsa, marcada por la constante criminalización de la caza y de los cazadores.  Lo más suave que nos han llamado es asesinos, pero en muchos casos hemos llegado a amenazas graves e incluso la agresión.




Acabada la temporada, podemos "hibernar" con nuestros recuerdos de días de caza y pensar que "todo pasará", o podemos poner cartas en el asunto.  Precisamente hace unos meses, en una de esas charlas delante de un café con Ignacio Rivera, cazador de pedigrí familiar, le comentaba la sensanción de impotencia, la paradoja de tener armas, pero estar absolutamente desarmado ante tanta agresión, tanta animadversión y tanto odio.

No voy a entrar hoy en la repetitiva charla de rebatir con argumentos las posiciones de los ultras anticaza.  Ojo, respeto aquellas personas que no les gusta la caza, incluso la detestan, pero que lo hacen desde la educación y el respeto a la necesidad de la protección del entorno, pero que simplemente, no les gusta la caza.  A ellos, mi solidaridad por haber sido en ocasiones "atacados" por alguna "rehala de cazadores asilvestrados" que en muchos casos, no respetamos a aquellos que aunque no nos entienden, nos respetan pero los metemos en el mismo barco de los antiTODO.

El caso es que después de cafetear durante un buen rato, llegamos a la conclusión que los cazadores estamos tremendamente desprotegidos y somos como un conejo en el campo, todo son depredadores.  Por el hecho de poseer armas estamos sujetos a mucha regulación (que no digo que no sea necesaria), y por ese mismo hecho de poseer armas, en muchos casos, pagamos con muchos platos rotos en asuntos que nada tienen que ver con la caza.  En situaciones de disputa, somos considerados mas peligrosos y por tanto, el efecto mas inmediato suele ser la retirada del permiso de armas.

El caso es que nació la idea de montar un servicio para cazadores, pero gestionado por un cazador.  Un teléfono donde llamar cuando por el hecho de ser cazador, se nos ataca o se nos niegan derechos (como por ejemplo perder la custodia compartida de unos hijos por el hecho de tener armas en casa).

Me alegra mucho ver el nacimiento de www.elabogadodelcazador.es que junto con otros organisimos, como ENDECA, buscan la protección de este colectivo tan sumamente apaleado y denostado.

Todo mi apoyo por este valiente paso.